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Isaac Asimov y sus predicciones para el presente año 2014!

Con motivo de la Feria Mundial de Nueva York de 1964, celebrada en plena carrera nuclear y con el mañana pendiendo de un hilo, el escritor Isaac Asimov se aventuró a predecir cómo sería la vida en ese incierto y lejano futuro que situó en el año 2014, es decir, en nuestro presente inmediato. En un ensayo publicado en el diario The New York Times, el prolífico autor de La Fundación se atrevió a vaticinar los avances tecnológicos que convivirían (o competirían) con el ser humano medio siglo después. Si bien algunas de sus predicciones continúan siendo ciencia ficción a día de hoy, la mayoría de sus inconcebibles hipótesis se han cumplido, cual homenaje a su imaginada ciencia de la psicohistoria, capaz de predecir con precisión matemática el devenir de los acontecimientos futuros.

futuro

Esta disciplina adivinatoria solo existe en sus novelas, pero lo cierto es que el bioquímico poseía una intuición asombrosa respecto a los logros de los científicos que le sucederían. Por descontado, Asimov mencionó en su artículo un mundo con una importante presencia de robots, aunque estos no fueran muy comunes, ni muy avanzados, sino más bien pequeños autómatas capaces de desempeñar tareas simples, aún alejados de la inteligencia artificial anhelada por Alan Turing. «Los muebles de cocina prepararán comidas, calentarán agua y la convertirán en café», fue, literalmente, una de sus conjeturas. Siguiendo con la tecnología doméstica, también auguró la existencia de pantallas de televisión de pared y de ventanas polarizadas para bloquear la luz.

 

Asimov profetizó la llegada de las videollamadas y los dispositivos inalámbricos. “Las comunicaciones serán audiovisuales y uno podrá ver, además de escuchar a la persona a la que llama», predice con acierto el artículo, que contempla también la posibilidad de establecer comunicaciones con cualquier punto de la Tierra, incluidas las estaciones meteorológicas de la Antártida, viable hoy día gracias a los satélites. Al hilo de las telecomunicaciones, también pronosticó que en el año 2014 solo habrían llegado a Marte naves sin tripulación, como es el caso del último vehículo enviado al planeta, el rover Curiosity, aunque la primera misión de exploración humana no se hará esperar.

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El visionario se atrevió incluso a diagnosticar el comportamiento de la sociedad derivado de dichos cambios radicales en sus hábitos, concluyendo que las máquinas nos facilitarían la vida hasta el punto de extender una verdadera epidemia de aburrimiento, con consecuencias mentales, emocionales y sociológicas, y que la psiquiatría sería, por tanto, la especialidad médica más importante en el año 2014. Sin llegar al extremismo de Asimov, podría considarse que existe cierta tendencia a la insatisfacción, al menos respecto al uso de las redes sociales. También advirtió del sesgo social achacado al coste de los avances tecnológicos, con su afirmación «no toda la población del mundo disfrutará de los artilugios del futuro al completo».

Issac Asimov erró, sin embargo, al especular con la existencia de granjas de microorganismos, plantas experimentales de fusión nuclear, baterías nucleares para teléfonos móviles, viviendas submarinas, transporte volador y otras innovaciones que, en realidad, se encuentran ya en fase de prueba y quizá se comercialicen antes de que se cumpla el siglo de la formulación de estas profecías, que nada tienen de “ciencia infusa” y mucho de “ciencia” a secas.

 

Issac Asimov erró, sin embargo, al especular con la existencia de granjas de microorganismos, plantas experimentales de fusión nuclear, baterías nucleares para teléfonos móviles, viviendas submarinas, transporte volador y otras innovaciones que, en realidad, se encuentran ya en fase de prueba y quizá se comercialicen antes de que se cumpla el siglo de la formulación de estas profecías, que nada tienen de “ciencia infusa” y mucho de “ciencia” a secas.